Pasan las semanas y no actualizamos nada en el blog... Después de siete años, Jaime ha cerrado Public Archaeology y apenas tiene tiempo para la nueva aventura bloguera. Pero hay que darle nueva vida al blog de JAS Arqueología, porque están pasando cosas de vez en cuando y no os contamos nada. Ya sabéis que las novedades están en las redes sociales (Twitter y Facebook) y os animamos a que nos sigáis allí. Sin embargo, el blog debe tener su identidad propia y por eso hay que intentar darle más contenido. Venimos de unas JIA en Vitoria (que patrocinamos) y no os hemos contado nada. En un par de semanas patrocinamos otro evento en Granada y no os hemos contado nada. Tengo encima de la mesa un contrato de derechos para un libro francés y aún no os hemos contado nada... Pues se acabó.
Keep Calm, do #pubarch pero acaba la maldita tesis |
Carta de un joven emprendedor ahogado por el capital, por culpa de la academia
Hay momentos en la vida de todo arqueólogo en los que se plantea de dónde viene y a dónde va (entre otras muchas cosas). A algunos esta crisis de identidad les ataca varias veces y las JIA suelen ser un buen lugar según con qué edad. Miro atrás y veo que emprendemos nuestro quinto año como empresa consolidados, con una buena imagen de marca en el sector y muchos proyectos por delante. Ahora bien, los proyectos personales deben estar también presentes. La tesis es seguramente uno de los más importantes con los que te puedes cruzar y gestionar una empresa no suele ser el mejor ambiente para hacerla. Después de una semana rodeado de jóvenes sin miedo y con muchas ganas, he estado en un par de reuniones con jóvenes que parecen viejos y viejos que parecen jóvenes. Una parte de mi no quiere terminar la tesis, complejo de Peter Pan. No quiero hacerme «viejo» y perder la frescura que he tenido por bandera estos años. No tengo vergüenza. Doy clases con una cerveza y me pongo gafas de broma en un congreso. Mientras tanto hago un debate de 50 intervenciones que va como la seda, escribo para World Archaeology, o me parto los cuernos por enésima vez luchando por un colectivo desagradecido. En otras JIA le echaba en cara a algunos compañeros no ser consecuentes con lo que dicen. Desde entonces intenté serlo yo y es muy difícil. Pero si llevo por bandera la arqueología pública, debo renunciar a muchas cosas, entre ellas la ortodoxia.
Se ve que necesitaba desahogarme un poco... Parece que estoy en un punto de inflexión y quiero que JAS Arqueología remonte conmigo. ¿Me acompañáis?
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